Los británicos y sus particulares gustos culinarios

Todos sabemos, o al menos habremos oído, que los británicos no se caracterizan por un cultura culinaria sana. La gastronomía británica se reduce a un puñado de comidas que, si bien están deliciosas, también tienen un gran contenido de grasas saturadas, sal, etc. Muy típico inglés es comer cerdo asado envuelto en lonchas de bacon, glaseado con miel y acompañado de patatas asadas en grasa de oca. Suena apetecible, pero una bomba para la salud cardíaca.

Pues bien, además de esto, los ingleses son muy dados a comer cosas muy peculiares. Al menos, a mezclar dos comidas que en principio no concuerdan entre sí. Hace un tiempo, en el programa de televisión llamado Secret Eaters, en el que analizaban los habítos alimentarios británicos, apareció un hombre obeso que incluso comía pork pies (tartaletas de cerdo), en un sandwich. Pero esto no acaba aquí, ya que ayer en el trabajo leí un artículo con algunas de las comidas más raras que algunos ingleses comen, y lo más sorprendente, incluso disfrutan.

En esta lista aparecían exquisiteces tales como patatas fritas mojadas en batido de fresa, cornflakes con ketchup, espaguetis con sirope de arce, nuguets de pollo con miel, sandwich de cebolla cruda y mermelada de fresa, etc.

Si alguna vez habéis probado algo así, decidme que opináis al respecto. Yo, por el momento, me creeré vuestros comentarios, antes de probarlos por mi mismo.